La principal función de las comillas es la señalización de citas y diálogos. En español coexisten dos fórmulas para los diálogos: las rayas y las comillas dobles. Las segundas se emplean cuando los diálogos están integrados en el párrafo o dentro de otro diálogo señalado por rayas. También se emplean las comillas en el caso de recuerdos o pensamientos.
Cuando un fragmento entrecomillado o un diálogo está formado por varios párrafos, la continuidad se indica a principio de cada párrafo con las comillas de cierre o comillas de seguir. En inglés, se abren a principio de cada párrafo y sólo se cierran al final.
En caso de que un fragmento vaya entrecomillado y esté dividido en varios párrafos, se sigue en español la misma convención: se abren y se cierran al principio y al final del fragmento y se utilizan las comillas de seguir al comienzo de cada párrafo.