Recientemente escribí acerca de la forma en que el gobierno estadounidense abordaba la escasez de traductores e intérpretes para trabajar en Medio Oriente, particularmente en Pakistán y Afganistán.
Joshua Foust del New York Times nos da una idea de la realidad de los intérpretes que trabajan en esos países junto con el ejército. Las historias son crudas y con tan sólo esta pequeña muestra se percibe la amplia diferencia entre el desempeño de un intérprete en una conferencia y la vida de un intérprete en una misión del ejército en Afganistán. Es muy interesante.
También me gustaría aprovechar este espacio para lamentar el fallecimiento de Sultan Munadi, el intérprete asesinado cuando las fuerzas británicas intentaban salvar al periodista del New York Times, Stephen Farell.