Hace algunas semanas, examinamos por qué los meses del año reciben su nombre y de dónde proviene. Como lo mencioné anteriormente, el año calendario original constaba de sólo 10 meses; 304 días para ser exacto, y comenzaba en el mes de marzo. Luego, el rey Numa Pompilius, un hombre importante y poderoso, hizo este cambio y de hecho alteró la cantidad de días en los distintos meses para que tengan números impares ya que los romanos los consideraban de buena suerte. Esto generó un año calendario de 355 días. Algunos calendarios romanos antiguos se usaban como decoración y se pintaban sobre paredes, mientras que otros se tallaban en piedra, mármol o paredes. Alrededor del año 45 a.C., se realizaron modificaciones en el calendario para que se ajustaran a las estaciones que variaban. La introducción del calendario juliano resolvió este problemita al aumentar la cantidad de días en ciertos meses, lo que generó un año calendario de 365 días.
Pasemos a los últimos seis meses del año:
Caluroso en el norte y frío en el sur, julio recibe el nombre del legendario dictador romano, Julio César. De hecho, es la persona responsable de elaborar el calendario juliano alrededor del año 46 a.C. Las reformas se realizaron durante el reinado de Augusto, su sucesor. Quintilis (de “quintilis mensis”, quinto mes en latín, recuerden que el año calendario comenzaba en marzo y julio era el quinto mes del año), fue renombrado Iulius, por Julio César.
Agosto, por si todavía no lo han adivinado, lleva el nombre del sucesor y sobrino nieto de Julio César, Augusto. Originalmente se llamaba “sextilis mensis” por el sexto mes del año.
Septiembre se llamó así por “september mensi”, el séptimo mes del año en latín. Tengan en cuenta la similitud entre “siete” y “septiembre” en español, “seven” y “September” en inglés y “sept” y “septembre” en francés.
El siguiente mes, octubre, se conoce como el octavo mes u “october mensis”. Tengan en cuenta en español la similitud de “ocho” con “octubre” y en francés con “octobre”.
Cerca del final, sigue noviembre. Noviembre es conocido como el noveno mes o “novembris mensis”. En español, “nueve” se asemeja a “noviembre” y en francés “neuf” se asemeja a “novembre”.
Por último, llegamos a diciembre. El nombre proviene de “decem”, que significa diez, que en esa época era el décimo y último mes del año. En español, “diez” es similar a “diciembre” y en francés “dix” es similar a “décembre”.
Espero que les haya gustado conocer estos datos.
Traducción del original de Victoria V.