Hasta hace poco, creía que El Milagro de Ana Sullivan (The Miracle Worker), la historia de Helen Keller, sería mi única lectura sobre la sordera. Si bien me conmovió, poco a poco comencé a olvidar esta breve lectura obligatoria de cuarto grado.
En relación con la temática de la comunicación, considero que casi todos podemos relacionarnos.
Cuando empecé a trabajar con el lenguaje de señas, me di cuenta, como la mayoría, de que hay mucho más para aprender de lo que se ve. Inmediatamente me sentí intrigada y atraída. ¿Sabía usted que la expresión “persona con deficiencias auditivas” puede resultar ofensiva? Se prefieren los vocablos “hipoacúsico” o «sordo”. Asimismo el lenguaje de señas estadounidense (ASL, por sus siglas en inglés) posee un código de ética muy respetado por los intérpretes.
Repasemos un poco.
Cabe destacar que el lenguaje de señas estadounidense es solo uno de los diversos lenguajes utilizados por la comunidad de sordos. Recordemos que no existe un lenguaje universal para esta comunidad. De hecho, el lenguaje varía por país. Por ejemplo, aquellos que usan el lenguaje de señas británico (BSL, por sus siglas en inglés) no pueden entender el lenguaje de señas estadounidense. Por ello, debido a que he trabajado principalmente con el lenguaje de señas estadounidense, el más común en América del Norte, mis reflexiones, probablemente ciertas para todas las variedades, se vinculan a este lenguaje en particular y no a los demás.
Sigamos, ¿sabía usted que en el lenguaje de señas estadounidense es posible comunicarse mediante expresiones faciales y posturas, y no solo con las manos? Esto puede ser agotador, tanto física como mentalmente. Por ello, los intérpretes hacen pausas cada 30 minutos, aproximadamente. Y, en algunos casos, puede ser necesario un “equipo de interpretación”, por ejemplo, hemos contratado a dos intérpretes para reuniones largas y clases de capacitación. Cuando los intérpretes trabajan en equipo, el intérprete de respaldo deberá comunicar la parte que haya omitido el intérprete principal, y ambos intérpretes intercambian roles cada 30 minutos.
Asimismo el mensaje puede tener muchos tecnicismos y acrónimos, que planteen un desafío a la interpretación. En estos casos y en casi todos, es conveniente tomar notas, y utilizar guías y ayudas visuales, incluidos los gráficos de tipo médico.
Debido a que la persona sorda observará al interlocutor y al intérprete, el intérprete debería ubicarse frente a la persona sorda. En el caso de los grupos, el semicírculo es una buena opción visual. En un auditorio o sala grande, el intérprete generalmente está parado en el frente y, en consecuencia, la persona sorda debería estar bastante cerca. En otro artículo, analizaremos los videos y las conferencias telefónicas: ¡un tema demasiado largo para incluirlo aquí!
Como se puede apreciar, la interpretación del lenguaje de señas estadounidense esencialmente requiere un plan. Todos los interlocutores deberían tener la oportunidad de expresarse para que la persona sorda pueda entender el concepto. No obstante, cada interlocutor hablará a su ritmo. Si el intérprete necesitara que hable más lentamente, generalmente esperará a que el interlocutor complete la idea para pedírselo. Si bien algún interlocutor puede deslizar un «dígale» mirando al intérprete, es importante hablar con naturalidad mirando a la persona sorda.
Debido a que la función del intérprete es facilitar la comunicación, no debería introducir conclusiones personales. Incluso las preguntas deberían formularse mirando a la persona sorda, y no al intérprete. Un buen momento para hacerle preguntas al intérprete es durante el descanso, y antes o después de la reunión.
¡Comience a aprender este lenguaje ahora! Consulte esta temática en línea o… ¡¡pregúntele a un alumno de cuarto grado!!
Artículo original: What Do You Know About Sign Language and the Deaf Community