El español es la lengua más hablada de México: el 97% del total de los habitantes la emplean, ya sea como lengua madre o como segunda lengua. Sin embargo, hay otras 67 lenguas indígenas en uso, que a partir de 2001 quedaron protegidas por la Ley de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
El español llegó a México de la mano de los conquistadores y, si bien éstos provenían de un estamento bajo de la sociedad (presidiarios, soldados, aventureros), fue en la ciudad de México donde se forjó el lenguaje más culto de la colonia ya que fue sede del arzobispado, corte de virreyes, y tuvo universidad y la primera imprenta de América.
Los misioneros que llegaron al territorio pusieron especial dedicación en evangelizar a los indígenas en su idioma, para lo cual no sólo lo aprendieron sino que organizaron la gramática y el vocabulario del náhuatl, maya, otomí, mixteca y purépecha, entre otras lenguas.
Del náhuatl vienen palabras como: aguacate, cacahuate, cacao, coyote, chapulín, chicle, chocolate o ejote.
La forma o dialecto del español hablado en México principalmente en la zona centro presenta un sustrato indígena principalmente náhuatl, sobre el que se depositó la lengua castellana. Sin embargo, si bien en el léxico su influencia es innegable, apenas se deja sentir en el terreno gramatical.
En el vocabulario, además de los mexicanismos con los que se ha enriquecido la lengua española (como jícara, petaca, petate aguacate, tomate, hule, chocolate etc.) el español de México cuenta con muchos nahuatlismos que le confieren una personalidad léxica propia.
Puede ocurrir que la voz nahuatl coexista con la voz española, como en los casos de cuate y amigo, guajolote y pavo, chamaco y niño, mecate y reata, etc. En otras ocasiones, la palabra indígena difiere ligeramente de la española, como en los casos de huarache, que es un tipo de sandalia; tlapalería, una variedad de ferretería, molcajete, un mortero de piedra, etc.
Las características más llamativas del español hablado en México en la actualidad son el valor de la letra x, que puede pronunciarse como “ks” (existencia), “s” (xilófono), “j” (axolote, Xalapa) o “sh” (mixiote) y la pronunciación de consonantes dobles como tz y tl, que no existe en el español clásico.
El español mexicano actual no es homogéneo, y entre las variedades más importantes están los dialectos empleados en el norte de México, en Occidente, el de la península de Yucatán y las variedades de las costas.
Las variantes son:
• norteña
• norteña occidental
• norteña peninsular
• occidental
• bajío
• central
• sureña central
• costeña
• chiapaneca
• yucateca
El español usado en el norte de México (Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Sinaloa y Coahuila) se diferencia del de otras regiones de México principalmente en la entonación de las palabras (acento norteño). Conserva las mismas diferencias que tiene el dialecto mexicano con respecto al español peninsular (el uso universal del pronombre personal ustedes para situaciones formales e informales, el seseo y el yeísmo).
Además, la extensa frontera con los Estados Unidos y el turismo tanto de estadounidenses como de canadienses hace que el español del norte de México esté permeado por el idioma inglés. Las palabras birra (por «beer», cerveza), checar, aplicar (por postularse), rentar (por alquilar), carro (por automóvil), accesar (por acceder) y suéter, por ejemplo, están tomadas de los vecinos del norte.
Otras son béisbol, referí, lonchería, lonchera, clóset, hobby, folder, overol o sándwich.
Por todo esto es crucial conocer y utilizar el dialecto español preciso para traducir material cuyo propósito sea alcanzar el mercado hispano. El español de Europa, por ejemplo, hace “ruido” en América Latina y ninguna campaña de marketing logrará su cometido si la agencia de traducciones no es capaz de identificar la variante específica.
Es más, aun dentro de los Estados Unidos, todas las comunicaciones dirigidas a hispanohablantes tendrían que considerar si el público tiene raíces de Puerto Rico (sobre todo en el área de New York) o de México (California y Texas) para que sea lo más eficiente posible.