En la era de la globalización, resulta prácticamente indispensable contar con un sitio web traducido a uno o varios idiomas. Esto aplica tanto para grandes clientes y empresas multinacionales, como para el pequeño emprendedor que quiere vender su producto o servicio y apuntar a un público al cual antes era imposible llegar.
Nuestros clientes se enfrentan al dilema de cómo enviar sus sitios webs y cómo calcular el costo de traducción dentro de su presupuesto. Es sencillo. Cualquier sitio web que no contenga protección o contraseñas puede ser bajado tan sólo con tener su URL, mediante un software preparado para tal fin. Una vez que tenemos todos los archivos en nuestra PC, se realiza una cotización basada en conteo de palabras, teniendo en cuenta todos los elementos que componen el sitio y que contengan texto a traducir: botones de navegación, barras de accesos directos, metatags (para SEO u optimizadores de búsqueda), texto del cuerpo de las páginas, texto dentro de animaciones Flash, entre otros. Una vez que el cliente aprueba el presupuesto, se requerirán, de ser posible, los archivos originales como imágenes en formato editable, archivos HTML, ASP, XML o PHP. En caso de contar con animaciones o “intros” animadas, lo ideal sería tener los archivos .FLA (Adobe Flash), los cuales dan origen a los .SWF, o sea, la animación final que se visualiza dentro de la página web. Como para entenderlo mejor, llevado a una comparación con Microsoft Office, el FLA sería el archivo editable, como ser un MS Word, y el SWF, el PDF.
Cuando el trabajo es más complejo, como es el caso de una localización de un sitio web con base de datos, es preferible que se nos envíe el sitio web completo, con su estructura original, por medio de una dirección FTP de su servidor web, donde se alojan todos sus archivos. Esta información permanece bajo confidencialidad y es utilizada exclusivamente por los miembros dedicados al proyecto, y será necesaria también para subir el sitio localizado en su versión final.
No todo se limita a la descarga de archivos mediante software o al FTP. Ciertos sitios diseñados bajo el sistema de administración de contenidos (CMS, por sus siglas en inglés), permiten que los traductores y correctores puedan acceder directamente a un panel de edición de texto en línea para todas y/o cada una de las páginas y guardarlas para la aprobación final del cliente. Los sitios webs creados en este tipo de sistema cuentan con la ventaja de poder ser traducidos o localizados a varios idiomas en forma simultánea. Asimismo, se reduce la manipulación de archivos al mínimo, lo cual impacta directamente en la reducción de costos y tiempos de entrega.