En el caso del inglés, se perciben la concisión (muchas palabras cortas) y la economía de esta lengua (menos palabras), su preferencia por la visión impersonal de la realidad (objetividad), el favorecimiento de la evocación sensorial (apelar a los sentidos, las imágenes), el análisis abstracto y la abstención del nombramiento directo del agente de la acción (voz pasiva).
La concisión y la elipsis (eliminar cosas) también caracterizan al inglés; es una lengua que expresa la realidad de un modo objetivo y descriptivo. El inglés percibe la realidad de una forma más abstracta y analítica.
La marca distintiva del inglés es la expresión concisa y dinámica (facilidad con que pueden combinarse los morfemas para formar nuevos términos) de la realidad. La versatilidad del gerundio da fe de la dinámica economía de este idioma.