Hoy en día, existe una gran variedad de formatos de archivos y, dependiendo de la complejidad del proyecto de traducción que estamos a punto de realizar, nos podemos encontrar con distintas formas de trabajar. Algunos de estos tipos de archivos incluyen: gráficos, HTML, fuentes, hojas de cálculo, etc. Estos son simplemente algunos de los formatos posibles y, no está de más mencionar que, cada uno de ellos requiere un procesamiento distinto durante la etapa de traducción. Obviamente, en este contexto, solemos preguntarnos qué es lo que necesitamos saber acerca de las formas generales de procesar estos archivos o cualquier otro tipo de información práctica que nos ayude a comenzar a localizarlos o traducirlos.
A pesar de que los lingüistas podemos trabajar con cualquier tipo de formato que el cliente nos envíe, es cierto que el proceso de traducción puede variar notablemente dependiendo del tipo de archivo con el que estemos trabajando. A continuación, nombraremos 5 tipos de archivos más comunes y cómo procesarlos.
1. Microsoft Word
Los documentos de Microsoft Word son un buen ejemplo de archivos que, generalmente, son fáciles de procesar y se puede trabajar con ellos sin encontrarse con algún problema mayor. Simplemente se procesa tal cual lo recibimos, utilizando una herramienta de traducción y, al limpiarlo, obtendremos un archivo igual en el idioma meta. A veces, cuando el archivo contiene tablas, imágenes, elementos embebidos o páginas complejas, necesitará pasar por una etapa de DTP, lo que llevará más tiempo de procesamiento.
2. Gráficos
Con respecto a los archivos de imágenes o gráficos, existen algunos pasos a tomar antes de comenzar con la traducción. Cuando los archivos de imágenes vienen en formato PSD, a veces contienen texto editable y puede procesarse fácilmente. Sin embargo, generalmente, los gráficos son imposibles de editar. En estos casos debemos, inevitablemente, recrear la imagen desde el principio, agregando el texto en el idioma meta.
3. Presentaciones de Microsoft PowerPoint
Las presentaciones mismas pueden contener distintos elementos como ser gráficos o tablas, donde se aplicará la misma regla que mencionamos en el caso anterior. Cuando los elementos del PowerPoint son editables, podemos realizar todo este trabajo utilizando una herramienta de traducción asistida. Es importante fijarse si la presentación incluye notas del presentador y consultar con el cliente si desea que las notas sean incluidas en la traducción o no.
4. Archivos ejecutables
Los archivos de programa con extensión .exe requieren un nivel alto de procesamiento para localización debido a su complejidad. Un factor positivo es que los programas de traducción asistida están comenzando a aceptar y procesar archivos .exe últimamente y, de esta manera, hacen que el procesamiento de los archivos sea mucho más fácil.
5. HTML y XML para páginas web
Cuando los archivos extraídos de una página web son parte de un sistema de gestión de contenidos (CMS), lo más probable es que se necesiten los archivos XML para transferir su contenido localizable. Con los archivos XML, es necesario saber si el cliente puede darnos más especificaciones acerca de qué contenido necesitan ser filtrados y transferidos.
Los archivos HTML por sí mismos pueden ser procesados con bastante rapidez. Cuando se trata de un CMS, el proceso de traducción tarda un poco más, ya que no es tan fácil para importar y exportar archivos. La etapa de revisión final también va a ser más rápida cuando estemos procesando archivos HTML independientes, porque la versión localizada se puede representar de inmediato. Con un CMS, tenemos que permitir tiempo adicional para integrar la versión traducida de nuevo en el sistema antes de que el archivo localizado se pueda representar.
Hay que tomar en cuenta que el cliente no siempre sabe cuál es el mejor formato para enviar a traducir. Esto hace que la comunicación con el cliente antes de comenzar con el proyecto sea de suma importancia y es preferible realizar todas las preguntas pertinentes en la etapa previa al proyecto.