Suiza es un país que genera curiosidad o fantasías en muchos, ya sea por sus bancos, su eterna neutralidad, su democracia directa, sus precisos relojes, sus preciosos paisajes, sus navajas, y finalmente por tener cuatro lenguas oficiales (alemán, francés, italiano y romanche o retorrománico). No todos los suizos hablan los cuatro idiomas, claro está, pero la mayoría manejan fluidamente dos de ellos, y muchos, tres de las lenguas oficiales.
Pero existe un pequeño pueblo en particular que les gana en multilingüismo a todos sus compatriotas. En el cantón de Graubünden se encuentra la pequeña localidad de Bivio, cuyos menos de 200 (!) habitantes no solo hablan tres de los idiomas oficiales nacionales, sino que además se manejan en varios dialectos, haciendo de Bivio la comunidad con mayor diversidad lingüística de Suiza.
La mayoría de sus habitantes hablan alemán, un cuarto habla italiano (idioma oficial del cantón) y un quinto habla romanche, pero todos se entienden perfectamente entre sí, ya que desde niños reciben una educación multilingüe.
En el jardín de infantes, por ejemplo, está estipulado que los martes se habla italiano y los jueves, surmirán (un dialecto del romanche). Los demás días los niños hablan indistintamente los dos idiomas, pero al ser una comunidad que habla mayoritariamente el alemán, cuando no están en clase hablan en un dialecto alemán llamado Bündnerdeutsch. Además se habla bargaiot (un dialecto local del italiano), alemán suizo o Schwyzerdeutsch, y dos otros dialectos del romanche: el puter y uno propio de Bivio que es una mezcla entre el surmirán y el puter, porque si uno va a hablar muchos idiomas, más vale también tener un dialecto propio.
Así que ahora tienen una razón más para visitar Suiza, y una que es particularmente atractiva para todos los que trabajamos con idiomas, pero si quieren ver Bivio en todo su esplendor multilingüe habrá que apurarse porque a partir del año pasado se comenzó a enseñar inglés en la primaria y la proporción de germanoparlantes crece día a día.