Sin duda alguna, y más aún en un mundo cada vez más globalizado, la tarea del traductor no se concentra en simplemente pasar un mensaje de un idioma a otro, sino que conlleva una ardua tarea de comprensión, análisis, percepción y desarrollo intercultural.
Y, como es sabido en nuestro ámbito, la traducción literaria no escapa de dicho abordaje intercultural.
El traductor debe contar con las herramientas y la habilidad necesarias para lograr comprender la complejidad y el significado de la obra literaria original, pero también debe ser capaz de lograr trasladar esa versión original de una cultura a otra. Así pues, la misión del traductor será nada más y nada menos que eliminar la barrera del lenguaje e insertar ese texto a otra cultura, la propia.
No cabe duda de que muchas veces los traductores nos topamos con la dificultad de que una misma cosa puede ser fácil de decir en un idioma y muy difícil de expresarla en otro. Por ejemplo, ¿cómo traducimos términos culinarios que son un claro reflejo de una cultura? O, ¿cómo traducimos los títulos de las obras literarias, los nombres propios de los personajes, los proverbios? De allí la necesidad de que el traductor tenga un conocimiento cabal y coherente de la cultura de la lengua fuente y también de la lengua meta. El profesional deberá apoyarse en procedimientos adecuados para aplicar en su trabajo, como préstamos, calcos, adaptaciones y transferencias, y deberá además lograr detectar los problemas culturales y buscar las soluciones correctas para lograr un trabajo natural, coherente y de alta calidad.
Queda claro así que, en una obra literaria, cultura y lenguaje están íntimamente vinculados; por lo que cualquier intención de separarlos en una traducción resultará en un trabajo artificial y de poca atracción para el lector que queremos captar.
Más aún podemos detectar a la traducción como una parte integrante de la cultura y que juega un papel crucial, pues con ella logramos representarla, expresarla y transmitirla. La traducción resulta un medio especial de transferencia cultural, comunicación de pensamientos y expresión de una sociedad. Sin dudas, todo un desafío para el traductor…