En nuestra tarea diaria recibimos comentarios sobre el trabajo de los editores. Es decir, los editores corrigen el trabajo de los traductores y, a su vez, reciben comentarios sobre su propio trabajo.
Con respecto a este punto, cabe señalar que los comentarios sobre la edición deberían tratar errores que se le hayan pasado por alto a los editores, por ejemplo, una falta de ortografía, un error tipográfico o la falta de apego al glosario del cliente entregado a los editores previamente a su trabajo.
Existen situaciones que se consideran errores, pero no lo son. Y este es el punto que quiero tratar en este artículo: el hecho de utilizar una expresión por otra equivalente sin alterar el sentido del texto original ni modificar el registro del documento no es un error, es una PREFERENCIA.
La idea que debe plasmarse en el documento traducido puede redactarse de distintas maneras correctas, utilizando términos y expresiones sinónimas.
¿Por qué utilizar «conforme a» en lugar de «en virtud de» en un contrato? Es una cuestión de preferencia. Este es un claro ejemplo de dos expresiones sinónimas que no alteran el sentido de la idea que desea transmitirse.
En consecuencia, cuando se analiza un proyecto de traducción y, en consecuencia, se analiza la labor de los editores hay que distinguir claramente los errores de las cuestiones de preferencia, que no son errores.
En el supuesto de que, por distintas razones, la redacción del proyecto deba incluir cierta terminología aceptada por el cliente, es necesario saber cuál es esta terminología «preferida» ANTES de la etapa de edición para que la entrega del proyecto refleje estas preferencias.
Versión en inglés: Criticisms of Edition