En un contexto donde el impacto de Internet en las comunicaciones es infinitamente inmenso, a pesar de los gigantescos avances tecnológicos en cuanto a las traducciones, todavía no se ha podido desarrollar un sistema o dispositivo que emule la precisión y la intención de un intérprete humano
¿Por qué, entonces, con tantos desafíos logrados, la tecnología no ha podido vencer la barrera del lenguaje?
Algunas de las palabras más difíciles de traducir son japonesas. Por ejemplo, una de las palabras más complicada para traducir es «naa», utilizada en el área Kansai de Japón para enfatizar afirmaciones o para demostrar que se sigue el hilo de la conversación.
Es cierto que existe un aluvión de herramientas en Internet , para reducir esta brecha idiomática, en más de 50 lenguas. Sin embargo, por el momento el sistema es demasiado literal con sus traducciones, y carece de los matices y dobles sentidos de un humano que sí habla la lengua.
En japonés, uno de los mayores desafíos es el Kanji. En japonés coexisten tres tipos diferentes de escritura. Un alfabeto se utiliza especialmente para palabras extranjeras y, como si eso ya no fuera suficientemente complicado, existen unos 50.000 caracteres -kanjis- que constituyen representaciones literales de conceptos completos.
Si bien existe una aplicación en un teléfono inteligente, que permite entrar kanjis a mano para proporcionar una definición de diccionario, hay que saber el orden de los trazos para que interprete correctamente los caracteres.
También hay otra herramienta: parece un lápiz, que a medida que recorre un texto, brinda una traducción.
Si bien todos estos equipos inteligentes ayudan muchísimo, todavía la Inteligencia Artificial no ha logrado descubrir lo que la gente “quiere decir”; más allá de lo que “literalmente dice”.
Por ejemplo, los japoneses, como muchas otras culturas orientales, prefieren hablar de manera indirecta; evitan ser muy explícitos y frontales.
Entonces, si el chofer del taxi les dice que es muy difícil llegar al aeropuerto en los 40 minutos que ud. le pide, lo que él en realidad le está diciendo es que no van a llegar en ese tiempo de ninguna manera. Sencillamente, no le puede decir que «no», pero eso es lo que le está diciendo. De manera similar, si alguien trata de decirle que no podrá ir a su reunión, le dirá «Tal vez vaya».
¿Alguna vez la Inteligencia Artificial podrá resolver estas situaciones tan cotidianas?
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