El doblaje puede considerarse una prima lejana de la traducción, sin embargo, es esa prima que, por más distancia que nos separe, nos toca ver cuatrimestre por medio en algún cumpleaños familiar. Y el doblaje, si bien implica el manejo de idiomas, la forma en que se cotiza es totalmente diferente al de una traducción. Aquí hay unos aspectos a tener en cuenta:
1. Dialecto: Es muy importante, aún más que la traducción, saber el dialecto que busca el cliente; es decir, hacia cual región desea localizar el material. Muchos son muy parecidos al momento de plasmarse en texto, sin embargo, sus diferencias son enormes al momento de relatar oralmente ese mismo texto. Realizar un trabajo localizado erróneamente en un doblaje no es algo que se resuelve de una forma tan sencilla como en una traducción, requiere comenzar desde cero, lo que puede resultar muy frustrante y costoso.
2. Cantidad de voces empleadas: También resulta de suma importancia tener en cuenta cuantas voces son necesarias para realizar el doblaje. Muchos recursos con experiencia pueden hacer más de una voz, y que a la vez esto resulte imperceptible para quien luego escuche el producto final. Si bien utilizar a alguien con estas cualidades puede ser más costoso, sigue siendo más viable económicamente que utilizar a 2 talentos diferentes.
3. Edad de los talentos: «talentos» es la denominación que se le suele otorgar a quienes realizan las voces en los doblajes. Una persona que se puede «valer por sus propios medios» suele tener una tarifa estándar. Pero contratar a un niño resulta más costoso. Hay que recordar que al emplear a un niño debe haber un responsable que lo lleve y lo traiga y que se ocupe de él (y que, por lo tanto, también pierda su jornada o falte a su trabajo). También es pertinente tener en cuenta que el trabajo con niños puede resultar mucho mas tedioso que trabajar con un adulto, las jornadas se pueden prolongar y la frustración de un niño puede tirar a la basura una jornada completa.
Si bien estos son tres aspectos claves a tener en cuenta, no son los únicos. Los otros serán posteriormente enumerados en la segunda parte de esta entrada.