Una de las cosas que siempre tenemos que tomar en cuenta a la hora de traducir es la diferencia, no sólo en términos gramaticales y sintácticos de los idiomas, sino de las diferencias culturales que hacen de cada idioma y cada grupo de comunidades hablantes algo único.
El ejemplo del que hablaremos a continuación, es el de las fechas, días o expresiones que llevan consigo un peso cultural. Por ejemplo, cuando nos referimos al día de la “mala suerte”, o día del terror, gracias las películas del personaje de Freddy Krueger; hablamos del martes 13, en español claramente. Pero ¿qué pasa cuando esta fecha tenemos que traducirla al inglés o a algún otro idioma? No podemos traducirla simplemente como “Tuesday 13th,” ya que para la comunidad angloparlante, esta fecha no tiene sentido alguno. Es aquí donde entra en juego la adaptación. En inglés, esta fecha es conocida como “viernes 13” (Friday, 13th); por lo que hablarle a un angloparlante del “Tuesday 13” sería igual que hablarle del “Wednesday 21st” (miércoles 21), un día cualquiera, ya que ambas fechas carecen de sentido y peso cultural para ellos.
Otro ejemplo sería al italiano. En la cultura italiana, el día de la “mala suerte” es también un viernes, pero con una fecha diferente. Ellos se refieren a este día como “venerdì 17” o viernes 17.
Es en estos casos en donde vemos la importancia de la adaptación, dejando de lado una traducción literal, así como también la importancia de conocer ciertos aspectos culturales de nuestro idioma target. No sólo las fechas deben tener su adaptación en otros idiomas, sino también varias supersticiones y sus expresiones idiomáticas universales. Por ejemplo, podemos hablar de “tocar madera”, o en inglés “knock on wood”; pero si estamos en Italia, diríamos “knock on iron” o “tocar hierro”.
Nos hemos centrado en 3 idiomas, inglés, español e italiano, pero estas diferencias se ven entre otros idiomas también, de ahí la importancia de no traducir literalmente, sino de abrirnos a la adaptación.