Al momento de presentar un documento a traducir siempre prima la calidad. Pero, ¿qué sucede cuando debe realizarse de forma urgente? Si bien la fecha de entrega puede resultar de gran relevancia, la calidad es algo que no debe dejarse de lado. Es en estos casos más que nunca cuando el cliente debe ser lo más cooperativo posible con el traductor o la agencia de traducción en pos de realizar la mejor entrega posible. Lo importante es reducir el obstáculo del tiempo al mínimo y hay varias formas de llevar esto a cabo:
Bases terminológicas
Muchas empresas pueden facilitar un glosario o base terminológica con algunos términos tanto básicos como específicos. Esto ayuda de tres formas diferentes: la primera, reduce el tiempo de investigación por parte del traductor; la segunda, se utilizan los términos preferidos por el cliente; y la tercera, ayuda a mantener la consistencia y acelera la tarea de quien se encargue de editar el documento. Voy a hacer hincapié en este tercer punto: según el tiempo disponible, el documento deberá dividirse entre dos o más traductores. Tener una base terminológica ayudará a hacer más imperceptible esta división.
Material de referencia
Destinar un momento a conseguir material de referencia puede ser clave para poder cumplir con la calidad y el tiempo de entrega. Sin embargo, no se debe abusar del mismo, una gran cantidad de material de referencia puede hacer que el traductor pierda su tiempo en ciertas cosas que pueden resultar irrelevantes. Por otro lado, teniendo la información necesaria se reduce la necesidad de las idas y vueltas de preguntas del traductor al cliente, que demoran el proyecto y a veces lo dejan suspendido temporalmente en espera de una respuesta, perdiendo tiempo valioso.
Actualizaciones posteriores
Muchas veces el envío de un documento al traductor se demora porque el material necesita una pequeña actualización o revisión por parte del cliente. A veces se pierden días de trabajo lingüístico por una actualización que no supera las 500 palabras. Cualquier traductor que utilice una herramienta de traducción asistida (como lo hace la mayoría) no debería tener problema en comenzar con la traducción y luego implementar las modificaciones. Por lo tanto debemos tener en cuenta que no hay necesidad de posponer el comienzo de un proyecto a causa de una posible actualización. Por supuesto, se debe modificar la cotización acorde al nuevo conteo de palabras, pero una o dos jornadas de más pueden hacer una gran diferencia a la hora de evaluar el trabajo en su totalidad.
Estos tres pasos van a ayudar a que tanto clientes como traductores salgan beneficiados al momento de encarar una traducción con urgencia. Porque si bien es necesario respetar las fechas, también se debe maximizar lo más posible el tiempo. Suministrar bases terminológicas, material de referencia y permitir el comienzo del proyecto con la mayor anticipación posible ayudan a que el obstáculo del tiempo resulte imperceptible.