Cómo, cuándo y dónde quieras.
Ya comentamos en el post anterior («Aprender idiomas: cómo, cuándo y dónde quieras») que lo más importante a la hora de aprender un idioma, es tener claro por qué y para qué, antes de buscar la mejor opción.
En este caso, y en mi opinión, aprender un idioma por que nos vamos de viaje es uno de los mejores motivos. Todo lo que conlleva a planificarlo es absolutamente gratificante. Elegir el país, las ciudades a recorrer, los lugares a visitar. Todo es motivante.
Dentro de esta planificación, y si el tiempo que tengamos nos lo permite, aprender algo básico del idioma del país al que vayamos puede resultar muy útil. A veces uno cree que con una guía del lugar es suficiente. Si, es importante, pero no hay nada comparado al poder comunicarse en el idioma local. Es muy bien recibido por la gente del lugar. Es una forma de demostrar interés por el país y su gente y normalmente, ellos están mejor predispuestos a guiarnos o aconsejarnos. Si interactuamos con la gente, seguramente terminaremos por hacer un viaje completamente diferente al esperado.
Como ya dijimos, hay muchísimas opciones, pero el sistema que más llamó mi atención es uno llamado “Earworm”. Sus creadores lo promocionan como un sistema de archivos de audio para escuchar donde quieras. Una serie de repeticiones de frases y palabras sobre un fondo musical pegadizo (al mejor estilo Jingle publicitario) que logra que quede grabado en nuestra mente y que el éxito del aprendizaje esté asegurado.
Me dio mucha curiosidad y bajé la versión de prueba: doce lecciones en doce idiomas diferentes.
Al principio me desilusionó bastante. Lo que se puede escuchar son conversaciones entre dos personas sobre fondos de música reggae, pop, folk, etc. Me pareció bastante aburrido, esperaba encontrarme con algo completamente diferente. Como no me dio tiempo a dedicarle algunas semanas y comprobar si realmente era efectivo, busqué comentarios de gente que si lo hizo y tuvo la misma primera impresión que yo.
Al parecer hay mucha gente que está encantada con el sistema. Es efectivo y logra su objetivo: que podamos mantener una conversación básica, pedir comida en un restaurante, solicitar algún servicio en el hotel o reservar un auto, entre otras cosas.
La academia de idiomas Berlitz, vende este mismo sistema bajo su nombre. Se pueden comprar por Internet y se encuentra disponible en idiomas como inglés, francés, ruso, arabe o chino, entre otros. Algunos idiomas tienen 2 volúmenes: uno básico y otro avanzado. Se pueden bajar al ipod o a un lector de mp3. Se pueden escuchar en cualquier momento y lugar.
Obviamente, este sistema debería ir apoyado de unos cuantos recursos más, pero al menos es un muy buen comienzo, si logramos soportarlo.
Creo que vale la pena probarlo y juzgarlo en primera persona. En definitiva, nos vamos de viaje y dedicarle un tiempo a esto es parte de la diversión.