Recientemente en la Universidad de Lund, en Suecia, se llevó a cabo una investigación sobre los efectos del aprendizaje de un idioma nuevo que comprobó el crecimiento cerebral en diferentes áreas del mismo, siendo una de ellas el hipocampo. ¿Por qué es tan importante esta área del cerebro? Para no entrar en detalles muy específicos, en el ser humano el sistema hipocámpico se asocia a la llamada memoria episódica (procesa la información referida al conocimiento sobre el mundo y sobre las experiencias vividas) y a la memoria espacial (que almacena elementos de carácter visual o espacial).
Los estudiantes reclutados para la mencionada investigación eran jóvenes de la Academia de Interpretación de las Fuerzas Armadas Suecas. Estos sujetos estudiaron a un ritmo intensivo idiomas como el árabe, el ruso o el dari, desde la mañana hasta la tarde, tanto los días de semana como los fines de semana.
Para comprobar que el resultado de la investigación fuera producto de un aumento de un conocimiento específico se trabajó en paralelo con un grupo de control, formado por estudiantes de ciencias cognitivas y de medicina de la Universidad de Umea, es decir, por personas que estudiaban mucho, pero no idiomas. En ellos no se registró modificación cerebral alguna.
Este resultado complementa los ya obtenidos en un estudio realizado en 2010 en la Universidad de York en Toronto, que reveló que la enfermedad de Alzheimer tiene un desarrollo posterior en personas bilingües o multilingües. ¿A qué se debe esto? Atando cabos, se observó que es justamente el hipocampo la zona del cerebro cuya disrupción se manifiesta como uno de los signos más tempranos de la enfermedad de Alzheimer. Y a su vez, el hipocampo es también, con frecuencia, el foco de los ataques de epilepsia. Este hecho podría ser el punto departida para una investigación derivada sobre los beneficios del aprendizaje de idiomas.
Johan Mårtensson, el investigador a cargo del proyecto sueco, lo resume de la siguiente manera luego de la primera fase de la investigación: «Aunque no podemos comparar tres meses de estudio intensivo de un idioma con toda una vida bilingüe, muchas cosas sugieren que aprender idiomas es una buena forma de mantener el cerebro en forma».
Para quien desee mayor información, el estudio aparece en el volumen 63 de la revista NeuroImage.