Esta academia fue fundada en 1871 y desde 1960 asesora al gobierno de Colombia en cuestiones lingüísticas, razón por la cual ha logrado que se aprueben varias leyes sobre la lengua española.
Fue la anfitriona del III Congreso de Academias (1960), en el que presentó y se firmó el Convenio de Bogotá.
Su biblioteca está dividida en tres partes:
1. Biblioteca Antonio Gómez Restrepo, adquirida en 1971, que cuenta con 18.000 volúmenes de libros para uso exclusivo de investigadores.
2. Biblioteca general de referencias, que cuenta con 17.000 volúmenes para consulta del público en general.
3. Biblioteca de la Oficina de Información, que cuenta con 2.000 libros para consulta de los estudiantes.
Las funciones tradicionales de esta academia, y de todas las academias que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española, consistían en la elaboración, difusión y actualización de los 3 cuerpos normativos de cualquier lengua: la Ortografía, el Diccionario y la Gramática, a fin de mantener la pureza de la lengua libre de todo tipo de extranjerismos.
Hoy la función de esta academia, con los vocablos propios de su región, es la de mantener la unidad básica del idioma, cometido que se logra mediante el trabajo en equipo de todas las academias bajo la supervisión de la RAE. Es por ello que las publicaciones no se hacen a «título personal», es decir, no están «firmadas» por alguna de las academias que conforman, en su conjunto, la Asociación de Academias de la Lengua Española, sino que las publicaciones tienen una orientación PANHISPÁNICA, es decir, están «firmadas» por todo el equipo de trabajo: todas las academias de la Asociación de Academias de la Lengua Española con el liderazgo de la Real Academia Española desde la edición de la Ortografía en 1999.Esto es lo permite hablar hoy de una COMUNIDAD HISPANOHABLANTE, que mantiene la unidad del idioma al tiempo que reconoce sus variedades internas.
Los equipos de especialistas que trabajan hoy en la Academia Colombiana de la Lengua estudian la evolución de los vocablos a través de dos grandes obras de la Real Academia Española:
1. el Corpus diacrónico del español, CORDE, que cuenta con 300 millones de formas desde los orígenes del idioma hasta 1974; y
2. el Corpus de referencia del español actual, CREA, que hoy cuenta con 150 millones de formas léxicas en textos de 1975 en adelante.
Corpus del español del siglo XXI
Si bien el CREA resultó científicamente adecuado en el momento de su creación, quedó desbordado por las nuevas necesidades. Por ello, en el Congreso de Academias de Medellín de marzo de 2007, se decidió encarar la creación de un nuevo corpus con 25 millones de formas para cada uno de los años comprendidos entre 2000 y 2011 y con la siguiente distribución de la procedencia de los textos: 30% para España y 70% para América. Es por ello que el 14 de junio de 2007 Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, y Emilio Botín, presidente del Banco Santander firmaron un acuerdo para la preparación del Corpus del español del siglo XXI, un proyecto de la RAE en colaboración con la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Los corpus de datos lingüísticos fiables cambiaron radicalmente la forma de trabajo en la Real Academia Española y en la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Concretamente, el Diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario panhispánico de Dudas, el Diccionario del Estudiante y el Diccionario esencial se han beneficiado de manera significativa con los aportes de los corpus. Asimismo, estas fuentes de información son la base de las próximas publicaciones.
La creación de este nuevo corpus cuenta con un equipo central de trabajo en las instalaciones de la Real Academia Española e innumerables equipos colaboradores de distintas universidades de España y América.
Este proyecto ha contado con el aval de la División Global Santander Universidades del Banco Santander, que entre los años 1996 y 2006, ha destinado 400 millones de euros al financiamiento de proyectos académicos y ayuda a la difusión y enseñanza del español.