Este es un día que vale la pena recordar por varios motivos, tanto de actualidad como históricos. Hoy por hoy, el infame “cinco de mayo” se ha convertido en una ocasión notoria y popular para celebrar la identidad nacional y la herencia mexicana, si bien no es el Día de la Independencia oficial de México (que es el 16 de septiembre).
Como prueba de la necesidad de un intérprete español, ayer el presidente Obama le dio la bienvenida a los dignatarios mexicanos en la Casa Blanca y, un día antes, comenzaron los festejos por el “cinco de cuatro” o por el ¿“cinco de mayo”?, probablemente eso fue lo que lo hizo equivocarse. A pesar de demostrar o bien que su nivel de español no es tan bueno o bien que necesita descansar por su trabajo agotador, la actitud del presidente Obama fue recibida con amabilidad por el pueblo mexicano que en este momento está enfrentándose a un difícil predicamento nacional con el virus H1N1 (exacto, no vamos a denominarlo fiebre porcina o fiebre mexicana, no justamente el cinco de mayo) que está causando estragos por todo el país. Afortunadamente, la situación parece mejorar para los mexicanos que temían una pandemia, lo que podría resultar en festejos más jubilosos; pero exactamente quién celebra el cinco de mayo y qué es lo que se recuerda en esta fecha.
Si bien es una fiesta enormemente popular en los Estados Unidos, parecería ser que dentro de México la fecha es motivo de celebración sólo en algunas regiones, especialmente cerca de la ciudad de Puebla. El 5 de mayo de 1862 fue el día en el que las fuerzas mexicanas, a las órdenes del General Ignacio Zaragoza Seguín vencieron a las fuerzas francesas que ocupaban este territorio en la Batalla de Puebla, una victoria que, paradójicamente, no fue decisiva, puesto que los franceses continuaron la ocupación de México hasta 1867. Probablemente si la batalla hubiera sido más concluyente, el cinco de mayo se celebraría por todo México en forma más masiva. El impacto mínimo que tuvo sobre la campaña militar contra los franceses ayuda a comprender la regionalización.
El escaso período de tres años durante el cual el Emperador Maximiliano I (gobernante marioneta de los franceses, que asumió el poder en 1864 y fue depuesto en 1867) gobernó sobre México fue, de hecho, la segunda ocasión en la que la nación europea interfirió en los asuntos de la soberanía mexicana, y al igual que la primera vez, la razón de la incursión fue $$$. A pesar de que en 1860 la cuestión pecuniaria se centraba en préstamos impagos, en 1838 la invasión de México se justificó gracias a un pastelero que reclamaba una indemnización por los pasteles perdidos en un motín de las tropas mexicanas: de aquí viene el nombre de la «Guerra de los Pasteles«. Solamente un país tan fanático de sus pasteles pudo tomar esta decisión…
Seguramente muchas de estas personas escucharán algunos de estos relatos de un amigo o colega mexicano entre Coronas y tequilas, a pesar de que si es ese el caso, no van a retener mucha información… que es la razón por la cual se hará necesario volver a repetir la misma información el año próximo cuando todos se pregunten: “¿Qué se celebra el cinco de mayo?»